Blackie Lawless (W.A.S.P.) habla sobre la importancia de la libertad de expresión

El líder de W.A.S.P. se refiere sobre cómo a raíz de una situación política que involucró la inclusión de pegatinas en los álbumes, se puede ser profundamente engañado.

En una nueva entrevista con «Metalshop» en transcripción por Blabbermouth, el líder de W.A.S.P. Blackie Lawless habló sobre cómo le afectó su experiencia con el PMRC (Centro de recursos musicales para padres) hace más de tres décadas y media.

Blackie habla:

«A mediados de los años 80, el PMRC publicó una lista llamada, ‘The Filthy Fifteen’ que constaba de las quince canciones principales que querían prohibir debido a letras objetables que sugerían violencia, sexo, drogas, alcohol u ocultismo.

Solicitaron que se imprimieran las letras en las carátulas de los álbumes y nadie estaba a salvo. Los actos de Heavy Metal estaban allí junto a las estrellas del Pop: AC/DC, Madonna, MÖTLEY CRÜE, JUDAS PRIEST, Prince, W.A.S.P., MERCYFUL FATE, Vanity, DEF LEPPARD, Cyndi Lauper y TWISTED SISTER figuraron en la lista de ‘The Filthy Fifteen’.

En noviembre de 1985, la RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos) acordó colocar etiquetas de ‘Aviso para padres: Letras explícitas’ en lanzamientos seleccionados a su propia discreción.

Creo que estaba en Indiana, creo que fue en Indianápolis, y esta chica vino a entrevistarme. Esto fue como en el 87. Ella había trabajado para el PMRC en algún momento. Y ella, en ese momento estaba hablando con ella, era periodista.

Ella dijo, trajo una cinta de casete y dijo: ‘Tengo algo que necesito que escuches’. Y ella me puso esta cinta de casete. En la misma, estaban Susan Baker, cofundadora del PMRC, y algunos otros hablando sobre cuál era su verdadera motivación.

Su motivación no era poner pegatinas en los discos. Su motivación era conseguirle a Al Gore una plataforma para luego postularse para presidente de los Estados Unidos. Así que estaban tratando de crear un perfil político para él, porque qué mejor manera de llamar la atención, si eres un candidato político, una caricatura sureña, que es lo que él era, qué mejor manera de llamar la atención que buscar un ¿Adquiridor?

Quiero decir, esto es macartismo, represión y persecución política; ya sabes, no es diferente. Richard Nixon lo hizo. Todas esas cazas de brujas que se llevaron a cabo en D.C. durante años. Y llegan a una generación que no lo ha oído.

Entonces esto ocurre una vez cada 15 años. La generación no lo ha oído. No han oído las mismas viejas mentiras que surgen de ello. Así que les suena bastante bien porque suena sincero y genuino.

Déjenme decirles algo sobre la libertad de expresión. Soy en parte judío, en parte indio nativo americano. Puedes pararte en una tribuna y puedes hablar de lo maravilloso que es el nazismo y de cómo te gustaría matar a todos los indios que hay. No me importa.

Bueno, déjame reformularlo. Sí me importa, pero no quiero limitar tu capacidad de hablar. Porque si hago eso, entonces empezaremos a ir por un camino oscuro porque empiezas a juzgar como árbitro, y ¿Quién será el árbitro mañana?

Este país fue construido como una república y una república, contrariamente a lo que mucha gente no entiende, no es una democracia. Y lo que hay que hacer para crear una república es tener cierta fe en la gente.

Entonces, en otras palabras, si tienes un tipo que está escupiendo un montón de odio en una esquina o en una tribuna, tienes que tener fe en tus compatriotas estadounidenses en que este tipo es un lunático y la gran mayoría de la gente lo descubriremos y no lo seguiremos.

Lo que sucede es que cuando empiezas a limitar ese discurso, entonces, como dije, le quitas la capacidad a la gente de decidir por sí misma, número uno, quién está loco y quién no. Aún es más peligroso que eso, empiezas a nombrar árbitros que te dicen lo que puedes y no puedes decir.

Es extremadamente peligroso. Y lo has escuchado un millón de veces, pero vale la pena repetirlo, nuestro sistema no está configurado para el público: Está preparado para un discurso impopular».